El día 10 de diciembre, el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández (UMH) celebra a las 12:00 horas en el salón de actos del centro,el seminario 'Bases moleculares del dolor', impartido por el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la universidad, Antonio Ferrer Montiel que realizó su tesis doctoral en Alicante y que fue becario en la Universidad de California. Sin embargo, el seminario ha sido organizado por el catedrático de Genética de la UMH, José Luis Micol Molina.
El profesor Ferrer hablará sobre su principal línea de trabajo en el Instituto de Biología Molecular y Celular de la UMH: el estudio de las bases moleculares del dolor. La capacidad de sentir dolor y responder al mismo es el resultado de una comunicación íntima y eficaz entre el sistema nervioso periférico y el central tras un daño tisular o neuronal. El dolor es un mecanismo de defensa necesario para la supervivencia. Se ha avanzado mucho en los últimos años en la comprensión de los mecanismos implicados en la transducción del dolor, en la que juegan un papel central los miembros de la familia de receptores TRP (Transient Receptor Potential), especialmente los identificados como termorreceptores. El estudio de estos receptores está generando nuevas oportunidades para el desarrollo de analgésicos muy efectivos.
Por ejemplo, los fármacos opioides se encuentran entre las herramientas terapéuticas de mayor relevancia en el tratamiento del dolor, a pesar de su alto poder adictivo. Se han desarrollado nuevos análogos de la morfina que tienen mayor efecto analgésico y menor poder adictivo y el desarrollo de éstos análogos ha mostrado la existencia de efectos selectivos en determinadas áreas del sistema nervioso central y periférico.
El profesor Ferrer hablará sobre su principal línea de trabajo en el Instituto de Biología Molecular y Celular de la UMH: el estudio de las bases moleculares del dolor. La capacidad de sentir dolor y responder al mismo es el resultado de una comunicación íntima y eficaz entre el sistema nervioso periférico y el central tras un daño tisular o neuronal. El dolor es un mecanismo de defensa necesario para la supervivencia. Se ha avanzado mucho en los últimos años en la comprensión de los mecanismos implicados en la transducción del dolor, en la que juegan un papel central los miembros de la familia de receptores TRP (Transient Receptor Potential), especialmente los identificados como termorreceptores. El estudio de estos receptores está generando nuevas oportunidades para el desarrollo de analgésicos muy efectivos.
Por ejemplo, los fármacos opioides se encuentran entre las herramientas terapéuticas de mayor relevancia en el tratamiento del dolor, a pesar de su alto poder adictivo. Se han desarrollado nuevos análogos de la morfina que tienen mayor efecto analgésico y menor poder adictivo y el desarrollo de éstos análogos ha mostrado la existencia de efectos selectivos en determinadas áreas del sistema nervioso central y periférico.
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